El drenaje se lleva a cabo mediante dos rodillos independientes que permiten al fisioterapeuta drenar los fluidos excesivos hacia los ganglios linfáticos principales. Además, según las indicaciones, el tratamiento puede complementarse con la cabeza de estimulación profunda, que está equipada con un láser de diodo y luz LED que, en combinación, produce un efecto fotoquímico en los tejidos, causando una mayor permeabilidad celular. La onda láser penetra profundamente en el tejido, donde es fuertemente absorbida por las células grasas, aumentando su temperatura y acelerando el proceso de lipólisis, es decir, la descomposición de la grasa. La luz LED influye en los fibroblastos, estimula la producción de colágeno y acelera la regeneración del tejido. También influye en la permeabilidad de las membranas celulares, causando la apertura de poros en ellas, lo que permite la eliminación de la grasa liberada al sistema linfático sin dañar las células. El efecto de los tratamientos con drenaje por vacío es la estimulación de la vascularización, la activación de los sistemas linfático y circulatorio, la estimulación del intercambio intercelular, la descomposición del tejido graso y la restauración del metabolismo y la forma corporal correctos.